Cuerpos extraños
Los cuerpos extraños más frecuentes en el tubo digestivo son monedas, espinas de pescado, huesos, juguetes de plástico, pilas, alfileres, palillos, restos de alimentos, etc.
Cuerpos extraños en esófago
El esófago es el sitio más frecuente de obstrucción por ingestión de cuerpos extraños. Cuando se detienen en el esófago lo hacen en el tercio superior pudiendo durar hasta días enclavados.
Los primeros síntomas pueden ser dolor, tos, dificultad respiratoria y salivación. La ausencia de estos síntomas significa que el cuerpo extraño llegó a la cavidad gástrica.
En caso de ingerir un cuerpo extraño, es conveniente realizar valoración endoscópica para identificar lesiones causadas por éste y para su extracción. Es muy importante NO auto medicarse.
Cuerpos extraños en estomago
Teniendo conocimiento de haber ingerido un cuerpo extraño y con la desaparición o ausencia de síntomas, lo más seguro es que éste se encuentra en el estómago. Si éste no es punzo-cortante o cáustico (baterías o pilas), la conducta es únicamente de vigilancia. En cualquier otra situación, se requiere de una endoscopía para su extracción.
Cuerpos extraños en intestino delgado
En esta zona requieren mayor vigilancia médica los cuerpos punzantes. Es necesario un control radiológico para observar su avance y valorar extracción endoscópica. Nunca deben administrarse laxantes.
Cuerpos extraños en ano y recto
Pueden producir dolor, sensación imperiosa de evacuar sin conseguirlo, lesiones en la mucosa o sangrado. Requiere de valoración endoscópica para definir el manejo. No se deben administrar laxantes o enemas.

